Los medios de comunicación nos dicen que gastamos más de lo que ingresamos y que por ello nos debemos sacrificar. Lo hacen muy bien y han conseguido que nuestros subsconscientes lo hayan grabado como una verdad sin discursión. Y es cierto, los números no engañan, dónde hay 100 no pueden salir 109 todos los años.
Ahora bien, estoy harto de ver que nuestros impuestos tienen que aumentar para:
- Inyectar o avalar miles de millones que permitan sobrevivir a bancos quebrados (a falta del último chute debemos llevar más de 60000 millones entre ccm, cam, novagalicia, caixa cataluña, ...). Si un banco gana dinero no será el Estado el que reciba los dividendos. Cuando lo pierde es el capital social de los accionistas el que debe cubrir las perdidas, y si no llega será el de los acreedores el que debe formar un nuevo capital social o que se subasta al precio que toque. Y a ese banco quebrado que ha dejado de existir que sus ejecutivos le reclamen sus planes de pensiones si es que queda algo de su nefasta gestión.
- Proyectos faraónicos que realmente sirven para aumentar el ego de supuestos líderes políticos que sólo se interesan por su ego o su reelección en lugar de pensar en dejar una sociedad mejor.
- Rivalidades locales, comarcales, autonómicas, ... que llevan a repetir el proyecto envidiado sólo que gastando más para que podamos pensar que somos tan buenos como nuestros envidiados vecinos. Hacer un aeropuerto eficaz, un puerto en el sitio más económico y seguro, un tren que permita generar una economía productiva a lo largo de un territorio y no mirar para el que está al lado y decir que no queremos que se nos margine. Lo que hay que hacer es hablar con el vecino para que podamos aprovecharnos de su puerto, aeropuerto, tren, ... de una forma en la que ambas partes salgan beneficiadas.
- Tener administraciones con funcionalidades duplicadas. No tiene sentido que una entidad tenga que negociar con Ayuntamiento, Diputación y Ministerio el mismo proyecto.
- Subvencionar jubilaciones doradas en las que la parte pública asume un sueldo alto para que la parte privada pueda contratar un sustituto que cobra menos y así maquillar sus índices de productividad.
- Mantener una numerosa jerarquía de cargos políticos y pseudopolíticos en entidades públicas y semipúblicas con gran cantidad de privilegios (coches de lujo, despachos tipo directivo ibex, ...).
Y me pregunto, si es que nuestros políticos y nosotros mismos nos hemos olvidado que hay derechos irrenunciables para cualquier Sociedad como la Educación, Sanidad, la Seguridad, la Vivienda, la Supervivencia...
Si repasamos la Historia hay una cosa clara cuando en una Sociedad esos valores desaparecen siempre acaba pasando una cosa: desaparece la Sociedad.