sábado, 24 de abril de 2010

Trabajo nuevo, vida nueva.

Llevo dos semanas prácticamente desconectado, hay dos razones para ello. La primera es que he cambiado el proveedor de Internet en mi casa y la segunda es que he cambiado de trabajo (aunque no de empresa). Ya no administro los sistemas de Denodo sino que ahora estoy en Desarrollo de Negocio de R Cable.

El cambio ha sido muy radical (e inesperado), pero creo que la adaptación está siendo satisfactoria. La gente es distinta pero al igual que en Denodo me siento muy a gusto con ellos. Hay que ir de traje y corbata, eso te hace parecer más serio y supongo que profesional; pero claro tiene un lado más oscuro, echar de menos el ambiente más distendido y coloquial típico en Denodo.

El trabajo es más interesante. Tengo tres tipos de tareas. El primero es administrar los sistemas de la Red de Desarrollo, una buena colección de sistemas basados en Red Hat, Centos, Solaris y unos muy minoritarios Windows. El segundo es hacer de intermediario entre los jefes de proyecto, desarrolladores y la gente de OyM en el ciclo de un aplicación web. Hay unas políticas más o menos establecidas que establecen los pasos de desarrollo, preproducción y producción. Por último diría que tengo un tercer tipo de actividades que sería "el resto" dónde por ejemplo ahora me toca evaluar terracotta como solución para escalar aplicaciones web.

He tenido la suerte que durante semana y media he convivido con mi antecesor en el cargo, Joserra García (¡el hermano de Javito!), un monstruo de sistemas que impresiona verlo trabajar y que se ha esforzado un montón en transmitirme la mayor cantidad posible de "know-how". Me parece imposible trabajar a su velocidad, alternar de una forma tan rápida entre tareas (a mi me cuesta cada "cambio de contexto") y siempre hacerlo de una forma educada y simpática que facilita las cosas con cualquiera. Para mí, es agotador intentar emularlo, pero habrá que intentarlo.

Dicen que lo mejor para evitar el estrés es saber adaptarse a los cambios y la verdad es que estas dos semanas han sido duras pero estoy tremendamente ilusionado. No estaba nada mal en Denodo pero me parece que en R voy a estar tan bien o mejor. Voy a tener muchas cosas interesantes y divertidas que poder hacer. Cuando digo eso la gente me mira con cara rara pero es que tengo la suerte de trabajar en lo que siempre quise hacer y eso siempre te hace feliz.

sábado, 10 de abril de 2010

Mi amigo Michael.

Hoy mi compañero de trabajo Rubén Fiuza ha escrito en el Facebook que se alegra de que Michael C. Hall se haya recuperado del Línfoma de Hodgkin. Yo también, me encanta Dexter y además el Línfoma de Hodgkin es algo a lo que soy muy sensible. Como además estoy viendo el Real Madrid - Barcelona pues me he calentado y escrito el siguiente comentario:

"Noticias como ésta hace falta que se publiquen. El cáncer es una de las peores enfermedades que puedes tener pero no es una sentencia definitiva, es una lucha durísima en la que parece que es peor la medicina que la enfermedad pero se puede ganar.

La Medicina ha avanzado muchísimo. El línfoma de hodgkin es uno de los grandes éxitos de la Hematología y Oncología. Hace 40 años un linfoma de hodgkin era una sentencia de muerte de 6 meses. Hace 20 años empezó a haber un porcentaje importante de curación.

Hoy en fases tempranas la curación supera el 80% e incluso es posible en casos con detección tardía gracias a quimioterapias avanzadas como el ABVD y radioterapias evolucionadas que son mucho más precisas y respetan bastante más al organismo del paciente.

Ojalá todos los cánceres tuvieran esa evolución. Para que eso sea realidad nos deberíamos preguntar si gastamos lo suficiente en Sanidad.

Yo creo que no. Mi experiencia es que el Sergas tarda más de seis meses en confirmar un linfoma. Tuve la suerte de que era un Hodgkin, si fuera un no Hodgkin pues seguramente no estaría aquí porque seis meses con un cáncer suponen demasiado.

¿Por qué? Porqué hacen falta más cirujanos que puedan hacer operaciones, más hematólogos expertos en analizar tejidos, más máquinas avanzadas de diagnósticos como PETs, TACs y un lote de cosas más que valen millones. Por no hablar de invertir millones en investigación que buena falta hacen para mejorar las quimios y máquinas de radioterapia que se usan o para investigar porque aparece el cáncer.

¿Qué pasa? Que esos millones no salen en la tele, hoy estoy viendo un partido de fútbol y perpetuando uno de nuestros engañabobos para tenernos ocupados. Un club gasta 270 millones en unos señores que corren en calzoncillos detrás de una pelota y estamos horas y horas hablando de si van a ganar un ridículo título que dentro de 10 años nos olvidaremos pero claro nos lían año tras año.

De lo que pasa en los hospitales sólo nos enteramos cuando nos toca cerca y no sale en los medios. Los telediarios no tienen sección para ello.

Viva la vida y ánimo a todos los que lo necesitan."